Acerca de mí

Me llamo Frederique, soy francesa. Estudié Filología Inglesa en Francia, con el objetivo de ser profe de inglés, pero al terminar la carrera empecé a viajar y aplacé mis planes de docencia. Los viajes me llevaron a España y a Madrid, donde vivo desde el 2008. Enseguida retomé mi interés por la educación y decidí estudiar Magisterio Infantil en la Universidad Autónoma de Madrid.

La carrera me encantó, aunque a veces notaba que faltaba algo...así que desde el principio empecé a formarme por mi cuenta en educación alternativa con cursos, libros, seminarios, talleres... cuanto más aprendo, más me fascina la infancia, su grandeza, su delicadeza, su sinceridad... es apasionante acompañar a estas personas maravillosas y auténticas en sus primeros años. Pero de lo que más se aprende, desde luego, es de la relación con los pequeños, de los vínculos que se crean y de la observación consciente de sus procesos.

A través de prácticas y trabajos en varios proyectos, tanto públicos como privados, tradicionales y alternativos, fui ganando experiencia, y desarrollando unos criterios acerca del trato adecuado a la infancia, desde la ciencia y desde el corazón. Desde entonces he seguido formándome en acompañamiento emocional y no directivo. En ese camino de aprendizaje y crecimiento personal, empecé a entender por qué las escuelas y colegios que había conocido no me convencían del todo...y es que el sistema, las ratios, las prisas, dificultan mucho que exista y perdure el respeto hacia la infancia, hacia las emociones, los ritmos y los procesos vitales.

Mi motivación:

La búsqueda de una coherencia personal entre lo que pienso, defiendo, siento y hago es lo que me ha empujado a crear mi espacio de Madre de día: el Nido de la Dehesa. Al no haber estado escolarizada, yo misma hasta los 6 años, ha sido muy natural para mí dirigirme hacia un proyecto de crianza en el hogar. Quiero dar y compartir con los pequeños lo que tuve la suerte de vivir: el poder crecer en un entorno cuidado, familiar, en contacto con la naturaleza, donde la vida era simple, pero a la vez cada día era una apasionante aventura. Me gustaría que todos y todas tuvieran la oportunidad de descubrir el mundo y la vida desde las ganas, la ilusión, la curiosidad, la sencillez y la seguridad de sentirse capaces, respetados y queridos. Sólo tenemos una infancia...es única e irrepetible, por eso se merece lo mejor.

En cuanto a las familias, quiero ofrecerles la confianza de que sus pequeños están atendidos en todo momento, con mucho respeto y cariño. También me gustaría darles el espacio y el tiempo para compartir experiencias y dudas, con acompañamiento por mi parte y posibilidad de formar grupo con otras familias, si así lo desean.

Cada vez somos más personas las que nos damos cuenta de que el inicio de la vida, los primeros años, son fundamentales y necesitan que los cuidemos, que pongamos toda nuestra atención y esfuerzo en ellos. Cuidando el presente, también cuidamos el futuro.
Entre todos y todas, formando redes y comunidad, aportando nuestro granito, conseguiremos mejoras en la educación y en la sociedad, hacia más naturalidad, más comprensión, más humanidad.